Hoy, un dia como cualquiera, invite a mi familia a almorzar, ordenamos como muchas otras veces diferentes platos para compartir... y en realidad al primer bocado, todos los presentes, como si nos hubieramos puesto de acuerdo, comentamos que todo lo que degustàbamos estaba exquisito, hasta que, a quien aquì hace la CRITICA, se le asomò literalmente el "ALA" de un insecto, de esos que, casi la humanidad desprecia, que a criterio de cualquier comensal, serìa terrible describir en un restaurant de esa categorìa. Considero que describir màs, serìa incurrir en un tema un poco usual en la mesa, por demàs de mal gusto, sin embargo, màs asombro causò el comportamiento del personal, que una vez en cuenta de lo que estaba sucediendo sòlo ordenaron retirar los platos y ofrecer una nueva orden, cobrando la cuenta, con todos sus recargos, lo cual a mi criterio, debiò haber sido absolutamente exonerada ante tal situaciòn. Por ùltimo, sòlo escribo estas lìneas con el fin de sugerir una vez màs, la importancia de los controles, no mìnimos, sino màximos de sanidad, que deben prevalecer en un establecimiento en el que se ofrecen servicios de restaurant y las decisiones que ante tales situaciones deben tomar las personas que, a su cargo, tienen la atenciòn de los clientes.
Betty Boop.
Betty Boop.